Después conocí el concurso de DO Cava Mixology Competition, y como no tenía nada que perder me presenté.
Había que crear un cóctel de autor y empecé a pensar qué podía hacer. Estuve investigando, y seguí por la parte floral y herbácea. Averigüé que la malva, aunque es de origen asiático, en España ha sido muy producida. Empecé a hacer pruebas con infusiones de malva, que deja una tintura preciosa que me recordaba a la casa de campo de mi familia.
Pensé hacer un cóctel complejo con muchos ingredientes, pero finalmente decidí hacerlo simple, con sirope de flor de malva, hibiscus y cava, aunque tuve que hacer muchas pruebas para encontrar el equilibrio ente los ingredientes.
Lo llamé La Tregua 2.0, como evolución del primer cóctel que creé. Cada miembro de la familia puso su nombre a un árbol frutal de allá, y me viene el recuerdo mental de cada uno. Para mí era como meter a mi familia en el cóctel.
Mandé la idea con la inscripción y un par de semanas después me llamaron para decirme que era finalista. Fuimos a concursar, y vi que la mayoría de los concursantes eran conocidos y con mucha experiencia. No entendía qué hacía yo allí, pero pensé, algo bien estás haciendo para estar aquí. Tuve que improvisar un poco al elegir el cava porque no eran exactamente iguales que los que había probado para la receta, y eso les gustó también. Cuando dijeron mi nombre para el 2º premio no podía creerlo.
A todos mis amigos y familiares les recomiendo Diageo Learning for Life por la calidad de la formación y porque te abre muchas puertas laborales. Hay que aprovechar las oportunidades que se te presentan para aprender. No hay que tener miedo a empezar desde abajo, porque poco a poco vas creciendo si te esfuerzas.
He pasado del office a sala, a barra, hasta 3ª maitre en un hotel de 5 estrellas. No es dónde estás, es dónde vas, siendo consciente de lo que tienes y sabes.”